Mucho caché ha perdido este tradicional festejo que suele abrir la corta temporada taurina en el coso de Los Califas.
Recuerdo los años noventa cuando las principales figuras del escalafón hacían el paseillo y dotaban a este festival de una categoría que con los años ha ido perdiendo. Ello se ha traducido en un descenso paulatino de los espectadores que antaño abarrotaban la plaza y que desgraciadamente ayer no llegaban a cubrir la mitad del inmenso aforo de los tendidos califales. Si a esto sumamos el incremento progresivo de los precios y las inclemencias del tiempo, el resultado no debe extrañarnos. Los gestores de tan noble y loable asociación deberían reconsiderar el planteamiento para futuras ediciones.
Abría plaza el rejoneador Diego Ventura que se encontró con un buen colaborador del murubeño hierro de Los Espartales con el que no tardó en acoplarse. Sobresalió Ventura en el galope de costado, siempre templado y dando muestras de su excepcional doma. Dos orejas fueron el premio para el caballero de La Puebla.
Enrique Ponce, un fijo en este cartel, anduvo fácil, técnico y templadísimo con el cuatreño que le tocó en suerte. Buena y completa actuación de un maestro consagrado aun sin llegar a enardecer al respetable.
Había ganas de ver a Finito en esta su, a priori, temporada de despedida que al final el propio diestro desmintió. Surtió efecto el falso rumor y la prensa vendió a bombo y platillo un teórico excepcional momento del torero cordobés. Su inigualable calidad se dejó ver en los tentaderos invernales del campo bravo español y todo el toreo hablaba de las "locuras" que formaba Juan a las vacas de aquella o esta ganadería.
Anunciado en las primeras ferias de la temporada, las cosas no rodaron en Castellón. Era esta una ocasión propicia para comprobar a ciencia cierta ese supuesto estado de gracia del veterano torero. Sí se le vio dispuesto. Lanceó a pies juntos con empaque y quietud. Lo mejor de su actuacion y a la postre del festejo vendría en los doblones iniciales que hicieron recordar al mejor Finito. Luego su labor muleteril estuvo compuesta de altibajos. La faena no logró adquirir uniformidad debido a la falta de calidad de su oponente y también en buena medida a las dudas del torero. Seguiremos expectantes y esperemos en la próxima feria de Mayo pueda reverdecer viejos laureles y nosotros disfrutarlo.
De Manuel Díaz El Cordobés y de Juan José Padilla diremos sin más que estuvieron a la altura de lo esperado en ellos y fieles a sus respectivas tauromaquias. Agradaron al publico que era de lo que se trataba.
David Mora tuvo una seria actuación. Muy en torero y muy entregado. Tanto fue así que sufrió una aparatosa voltereta cuando toreaba de muleta al sexto astado de la tarde. No se arredró el madrileño y consiguó cortar un apéndice y así empatar con sus compañeros.
Javier Moreno "Lagartijo", torero de estirpe taurina, lidió un eralote fuerte que embistió en la muleta con calidad. Me gustó Javier con la pañosa por el temple que imprimió a su faena. Algunas lagunas propias de quien empieza pero profundidad y, repito, mucho temple en sus muñecas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Córdoba
Sábado 9 de marzo de 2013
Tradicional Festival a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer
Un ejemplar de Los Espartales para el rejoneador
Diego Ventura: Dos orejas
Seis de Zalduendo para
Enrique Ponce: Una oreja
Finito de Córdoba: Una oreja
El Cordobés: Una oreja
Juan José Padilla: Una oreja
David Mora: Una oreja
Lagartijo: Una oreja
Media entrada en tarde fresca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario