lunes, 21 de abril de 2014

LO QUE NO PASÓ EN MÁLAGA

El guión preestablecido no se cumplió en este mano a mano que había despertado verdadera expectación entre los aficionados.

Y no se cumplió porque ni se llenó la plaza, pese a que se colgara el tan ansiado cartel de "no hay billetes" (cosa incomprensible) y porque no se cortó ni una sola oreja. 

El guión que debió haberse cumplido fue justamente el contrario. Que se llenara la plaza (de verdad) y que los dos toreros cruzaran en hombros la puerta grande del coso de la Malagueta en loor de multitudes y la gente abandonara la plaza pegando pases después de haber presenciado algo histórico.

Pero, no. No fue ni mucho menos una tarde histórica. Venían con sus toros escogidos los toreros. "Debajo del brazo" como le mola a la peña decirlo. Y ya se sabe, de esto, ni las vacas... Cuentan que los toreros se conocen las camadas de sus ganaderías predilectas mejor que los ganaderos. Pues bien, en esto de la bravura nunca dos mas dos fueron cuatro... Erraron en la elección. 

¿Había realmente competencia entre estos dos grandes toreros, pese a lo atractivo y rematado del cartel? Pues competencia, lo que se dice competencia, no se vio en el ruedo. Más bien cada uno a lo suyo. 

No resultó la tarde aburrida. Fue una tarde más, sin pena ni gloria dentro de los llamados tour que este año han programado y seleccionado las figuras queriendo atribuir a cada tarde el carácter de acontecimiento extraordinario (José Tomás en la mente, siempre J.T. en el pensamiento...)

Se vieron cosas buenas, por supuesto, porque los dos son toreros muy buenos. Se vio a Morante mecer el capote como acostumbra, lento y armónico,encajado y profundo, pero sin la rotundidad de Valencia. Y  torear al natural con el mentón hundido y llevando muy atrás al animal, embrocando y rematando muy puro, mas sin poder ligar los pases.

Y se vio a un Juli, arrebatado, ansioso por triunfar, demasiado tenso a veces, como cabreado con el mundo. Grande en un quite rematado por media cordobina que hizo recordar al pasado Domingo de Resurrección en La Maestranza, pero El Juli no era el mismo que hace un año. En aquella ocasión tocó el cielo con las manos y alcanzó la perfección. El desaire a Sevilla se le nota a Julián. Ahora se siente como obligado a llenar y a salir a hombros. Y en un torero con una tauromaquia tan extensa y con tantas cosas que decir, ¿qué importa? Hubo naturales inmensos, largos y templadísimos y una primera faena grande, plena de temple y de valor seco. Aguantando parones y pisando un sitio inverosímil con colofón ojedista. Pero el infame bajonazo tornó las posibles dos orejas por una ovación y por el cambio del sino de la tarde...


FICHA DEL FESTEJO

Domingo 20 de abril de 2014 Domingo de Resurrección
Plaza de toros de Malaga
Toros de Zalduendo (devuelto), Victoriano del Río (1º bis y 5º), Garcigrande (2º), Juan Pedro Domecq (3º), Jandilla (4º) y Domingo Hernández (6º) justos de presentación y de juego desigual sin prestarse en general al lucimiento. 

Morante de la Puebla: Ovación, silencio y ovación
El Juli: Ovación, silencio y ovación.

Entrada: Lleno de "No hay billetes" aunque realmente la plaza no cubrió la totalidad de su aforo...

La corrida rememoraba el centenario del primer mano a mano entre Juan Belmonte y "Gallito" por lo que los diestros se desplazaron al coso en un precioso coche de la época.



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