martes, 26 de julio de 2011

REAPARICIÓN DE JOSÉ TOMÁS EN VALENCIA

Fuente.Mundotoro
 LA EMOCIÓN VUELVE  A LOS RUEDOS

                               No hubo una faena redonda ni compacta. No fue su mejor tarde. No hubo Puerta grande. Pero volvió la emoción a los ruedos.
Volvía el genio de Galapagar después de un año y medio de intensa recuperación tras un cornadón que casi le cuesta la vida en Aguascalientes y había muchas dudas sobre su estado de forma. Mermado físicamente y visiblemente más delgado hizo el paseíllo bajo una atronadora e impactante ovación.

A partir de ahí todo fue entrega, verdad, emoción y,  por momentos toreo del bueno.
Este surgió con el capote en todas sus versiones: Cadenciosas verónicas, templadísimos y regustados delantales, incomparables gaoneras marca de la casa y sobre todo unas sorprendentes por  inusuales chicuelinas  compás abierto, pecho por delante y riñones encajados que, rematados con una media arrebujada y abelmontada pusieron la plaza bocabajo.

José Tomás volvía con el valor intacto y la pureza como sustento de su toreo. El aire y la condición de los toros del “Pilar” impidieron que hubiera una faena cuajada, pero el madrileño lo dio todo y consiguió en distintos pasajes de sus dos faenas muletazos hondos, profundos muy por abajo y muy quieto el torero,  llevando muy sometidos a sus toros. Gran mérito tuvo su segunda faena pues tras brindar al público citó de largo desde el centro del ruedo para torear por estatuarios cuando sufrió en el primer envite una espeluznante voltereta de la que resultó conmocionado y que nos hizo creer que no podría salir a matar al toro. Pero tras unos minutos José Tomás salió y lo volvió a dar todo. El presidente se empeñó en convertirse en protagonista negando una segunda oreja ganada a ley. La bronca fue de las que hacen historia.

Víctor Puerto anduvo más digno de lo esperado. Muy bien con el capote y bullicioso con la muleta sobresalió en ocho derechazos de rodillas de los que destacaron dos especialmente profundos y templados. El resto, bastante vulgar.

Pero la gran sorpresa de la tarde fue el mejicano Arturo Saldívar quien con el mejor lote cuajó una gran actuación en sus dos toros. Valiente hasta decir basta, profundo y arrebatado el torero hidrocálido tuvo un escenario de lujo para representar lo mejor de su repertorio. Y a buen seguro que lo hizo. Con un ajuste inverosímil y un desparpajo sorprendente hizo suya una tarde predestinada a otro. Y qué otro…



1 comentario:

  1. La vuelta de Tomás es la mejor noticia de la Fiesta desde lo del revés catalán. Un abrazo y enhorabuena por el blog!

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