Los triunfadores de la temporada a hombros en Valladolid |
Cuando Serafín Marín se arrodillaba sobre el albero de la Monumental barcelonesa el pasado 25 de septiembre para besarlo con un gesto de dolor, de rabia y de impotencia al mismo tiempo, se estaba cerrando (si un milagro no lo remedia) una historia de cientos de años. Era el triste final de unos acontecimientos que nunca debieron suceder. Una patada a la libertad. ¿Cómo una ciudad que albergara hasta tres plazas de toros al mismo tiempo se ha podido permitir esto? Barcelona, estandarte de las vanguardias, arquetipo del modernismo, plataforma de las libertades… ¿Cabrá mayor extravagancia?
En el resto de los cosos españoles la temporada seguía su curso. El particular duelo que mantienen Manzanares y El Juli sigue sin definirse por culpa de los innumerables triunfos de los dos gigantes que cuentan sus paseíllos por puertas grandes. Pero más allá de cortar más o menos orejas, lo cierto y verdad es que los dos están asombrando a todos los públicos con un toreo de enormes dimensiones. Ambos, acompañados de un inconmensurable Alejandro Talavante conforman por derecho propio el triunvirato de 2011.
Manzanares comenzó el mes triunfando en Bayona, para firmar pocos días después una de las faenas de la temporada a un toro de Victoriano del Río en Valladolid. Pero lejos de conformarse, el alicantino volvió al país vecino al día siguiente para cortarle un rabo en Dax a un “cuvillo” al que se le dio la vuelta al ruedo, sellando así lo que ha sido un matrimonio inseparable entre José Mari y la ganadería gaditana. Volvió a triunfar en Murcia con los de Victoriano para, pocos días después, pasar como un ciclón por la feria de Albacete al desorejar por partida doble a su lote de ”juampedros”. No concluyó ahí su impresionante racha triunfal. En Barcelona volvería a cortar cuatro orejas a los de Núñez del Cuvillo. Lástima que en la feria de San Miguel sevillana no pudiera poner el broche de oro a esta sucesión interminable de triunfos.
Por su parte Julián López arrasó allá por donde pasó. Su toreo sigue creciendo con la muleta, la más poderosa del escalafón, y con el capote ha adquirido una profundidad asombrosa. Bayona, Arles, Murcia, y Salamanca lo vieron salir en volandas, aunque donde más brillara fuera probablemente en Albacete donde cuentan que su faena al natural a un ejemplar de Zalduendo rozó cotas altísimas. En Valladolid cortaría tres orejas la tarde triunfal de la corrida de Victoriano del Río saliendo por la puerta grande junto a Manzanares y Talavante, pero su tarde más redonda la firmaría en Nimes, otra vez con los pupilos de Fernando Domecq, a los que cortaría nada menos que cuatro orejas. No se quedaría atrás en Barcelona la tarde previa al entierro de la Monumental y en Sevilla aún no pudiendo tocar pelo dio un auténtico recital de maestría con un complicado toro del Pilar.
Alejandro Talavante sigue creciendo como torero y a su innegable personalidad ha añadido una dosis de rotundidad que le está permitiendo esa ansiada regularidad en el triunfo hasta ahora desconocida en él. Reaparecía de una lesión en la clavícula el extremeño en Valladolid y lo hizo saliendo por la puerta grande del coso pucelano. Cuatro días más tarde triunfaría a lo grande en Murcia cortándole tres apéndices a la corrida de Jandilla para repetir el mismo resultado al día siguiente en la ciudad del Tormes donde su actuación ante los toros de Garcigrande rozaría la perfección. Terminó el mes cortando una oreja en La Maestranza a uno de Torrealta. Se convierte así Talavante en el tercer hombre de esta apasionante temporada.
Septiembre es un mes que se le da especialmente bien a Miguel Ángel Perera. Desde que allá por 2007 consiguiera aquella impresionante racha, nunca ha fallado el de la Puebla del Prior en estas ferias. Hasta diez orejas y un rabo cortó en su encerrona en Almendralejo en lo que resultaría una auténtica apoteosis. Pero antes había cuajado dos sensacionales actuaciones en Bayona y Valladolid con cuatro y tres orejas respectivamente lo que anunciaba cual iba a ser la tónica del extremeño en este final de temporada. Quizá donde estallara de verdad en toda su dimensión fuera a orillas del Ebro. Se proclamaría triunfador absoluto de la feria de Logroño cuajando a un buen toro de Juan Pedro Domecq con el que ofreció lo mejor de su repertorio con capote y muleta. Recupera pues su crédito algo puesto en duda por algunos tras su discreto paso por Sevilla y Madrid donde a decir verdad no le acompañó el ganado.
Es costumbre hacer una valoración conjunta de las dos revelaciones de este 2011 por lo que tienen en común ambos toreros. A saber, el ir creciendo paso a paso, tarde a tarde con un concepto del toreo clásico en el que, ante todo, dominan la pureza y el valor. Fandiño se tiró medio mes en el dique seco por una cornada en Málaga, pero reapareció en Guadalajara y, cómo no, lo hizo triunfando. En Logroño cortó una oreja de mucho peso y dejó unas magníficas sensaciones a su paso por Sevilla. Por su parte David Mora, empezó el mes indultando a un astado de Alcurrucén en Aranjuez para después firmar sus más importantes actuaciones en Francia. Concretamente en Nimes donde brilló ante la de FuenteYmbro y en Arlés desorejando a uno del Conde de Mayalde.
A José Tomás le bastaron sus dos últimas comparecencias de esta particular temporada de rodaje para poner las cosas en su sitio y callar bocas a sus detractores, que últimamente se cuentan por miles. Salió por la Puerta de los Cónsules en Nimes y firmó en Barcelona, el fatídico día del cierre, una de las cumbres de la temporada. Su toreo con el capote y con la franela en la izquierda rozó lo sublime a decir de los que allí estuvieron.
Morante cuajó un faenón marca de la casa al sobrero de Juan Pedro en Barcelona y Enrique Ponce además de cortar un rabo en Guadalajara a uno de Zalduendo, también triunfó en Murcia. No se nos puede olvidar la excepcional faena de Curro Díaz en La Maestranza que, en otro contexto, hubieran sido dos orejas en vez de una. Daniel Luque arrasó en Valladolid con cuatro orejas a su lote de Loreto Charro, pero ahí se quedó todo. Tampoco sobresalió Castella que se va diluyendo poco a poco y solamente destacó en el coso del Paseo de Zorrilla.
Destacar también la gran tarde del recién alternativado Jiménez Fortes en Salamanca y de César Jiménez en Albacete, los triunfos menores del Fandi en Salamanca y Murcia y de Cayetano en Guadalajara y los locales de Leandro en Valladolid, Juan Bautista en Arles, Eduardo Gallo y López Chaves en Salamanca, y Serafín Marín en Barcelona. Estos, junto a Javier Castaño que le cortó las orejas a un Miura en Nimes y de Alberto Aguilar en el mismo ruedo con la de FuenteYmbro conforman la amplia nómina de diestros que sobresalieron a lo largo de este intenso mes de toros.